SOLEMNIDAD DE SAN FRANCISCO DE ASÍS

EL AMADO PRODUCE AMOR

Tránsito de San Francisco de Asís

SOLEMNIDAD DE SAN FRANCISCO DE ASÍS

SOLEMNIDAD DE SAN FRANCISCO DE ASÍS

Francisco de Asís es uno de los santos más célebres de toda la hagiografía cristiana, conocido y admirado incluso en ambientes alejados de la Iglesia. Ha dejado profunda huella en la historia de la Iglesia y de la humanidad a lo largo de todo el segundo milenio. En él se han inspirado literatos, artistas, pintores, escultores, cineastas, historiadores, políticos y hasta revolucionarios.

Nació en Asís en 1182, en una acomodada familia de comerciantes. Tras una juventud mundana renunció a los bienes paternos, y se entregó por completo a Dios, como hermano y menor, siguiendo las huellas de la pobreza y humildad de Cristo. Las tres Órdenes franciscanas le reconocen como su fundador e inspirador.

Hombre verdaderamente fraterno, hermano de todos y de todo,  evangélico y apostólico, llevó la buena noticia de Cristo por doquier,  entre cristianos y no cristianos, llegando incluso hasta el Sultán de Egipto,  quién quedó admirado por este pobrecillo que no esgrimía más armas que las de la paz y el bien, el respeto, el diálogo y el amor.

Marcado con las llagas de Cristo, abrazado hasta el final a dama pobreza y reconciliado con la hermana muerte, descansó en el Señor en Santa María de los Ángeles, en la tarde del sábado 3 de octubre de 1226.

Cuando aún no habían pasado ni dos años de su muerte, Gregorio IX lo elevó a la gloria de los altares, el 16 de julio de 1128 en Asís

Fuente: Liturgia de las horas, propio de la Familia Franciscana